A toda velocidad y sin casco. Así pasó uno de los más de 10 motociclistas que bajaron por la ruta 338 hacia la ciudad poco antes de las 12. En sentido contrario habían pasado (también como embalados por la pendiente) unos cuantos más, a los que se sumaron autos varios, un par de camiones, una camioneta... Todo esto en menos de cinco minutos, en ese tramo de la ruta que atraviesa el puente sobre el río Muerto y que lleva a El Paraíso, pero que, si sigue así, se transformará en un camino del infierno.
Las últimas cifras: en poco más de un mes murieron dos jóvenes motociclistas que vivían en la zona: Nicolás Marini y Rodolfo Villarrubia. En ambos casos, los accidentes se produjeron porque algún vehículo intentó doblar a la izquierda para tomar la calle 8, que nace en la ruta, en la esquina de la escuela N° 311, República de Italia...
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